Hola!!
Hoy quiero anunciaros un sorteo al que me he apuntado. Se celebra en el blog El universo de libros y puedes ver las bases del sorteo aquí.
“Todo comienzo tiene un final.
El comienzo de este libro fue en el mismo momento en que dos
amigos y yo llegamos a la playa de una isla del Pacífico que creíamos
desierta, pero que, sin embargo, estaba poblada por un único habitante,
Chebo.
Chebo, uno de los protagonistas de esta historia, quiso vender su
isla y nosotros quisimos ayudarle. Fracasamos en el intento, dándonos
cuenta de que haciéndolo le estábamos lanzando a las garras del león, a
los dientes del lobo hambriento y feroz que es en lo que se convierte el
hombre cuando ambiciona dinero y poder. Le empujamos a la oscura
sociedad de la avaricia.
Y Chebo, mi dulce amigo Chebo, se asustó como el niño que era, le
rasgaron de un sablazo su inocencia y, ante semejante situación, se
lanzó vertiginosamente al refugio del alcohol. Creamos ilusiones que
nunca se cumplieron, despertamos esperanzas que allí se quedaron, pero
por unos meses, cortos, largos o eternos, vivimos el sueño de Chebo en
nuestra piel, sin ser conscientes ninguno de nosotros de que aquello iba
a pasarnos factura.
Nos equivocamos, y yo, personalmente puedo decir que aprendí del
error cometido. Nos dieron una lección tan apasionante como dura en su
esencia y en su acción. De allí, me quedan los momentos de soledad en
aquel trozo de tierra, las sonrisas de mis amigos y la dulce mirada del
niño que siempre será el isleño.
Y como final de esta historia, salió este libro. Quise recopilar
en él, no sólo los anhelos del corazón de Chebo, sino de muchas de las
personas que se han cruzado por mi camino en mi andadura como cooperante
y viajera de un mundo que tantas veces parece irreal. Todas y cada una
de las historias que leeréis más adelante, son un tributo a estas
personas. Todos los personajes que forman esta historia tienen su
inspiración en ellos, pero por respeto a sus identidades, la mayoría de
ellos quedan reflejados aquí con otro nombre. No necesité inventarme
casi nada, porque por suerte o por desgracia, quienes han tejido los
trazos de esta historia fueron narrándome gustosos los pesares de su
alma y las historias de su vida.
Como reflejo, gratitud y reivindicación de lo que ellos viven día
a día y, sin embargo, queda oculto bajo las ramas de sus selvas,
escribí esta historia, para dar a conocer unas vidas dignas de ser
plasmadas, y poder así, abrir los ojos a un mundo que va mucho más lejos
de nuestra propia isla. Hay que bajar a los abismos de la tierra para
lanzar el vuelo, porque la gente bella nunca surge así como así.
A todas esas almas, hermosas y delicadas, que me acariciaron con sus cánticos de vida, les dedico este libro.
A mi querido maestro y amigo, Chebo. Gracias.”
Así comenzó mi tercer libro “Tierra”, tumbada en una playa paradisíaca del pacifico panameño.
Texto extraído del blog de Marta Sarramián. Puedes leerlo también aquí.
Suerte!!!
ResponderEliminar¡Mucha suerte y gracias por anunciarlo!
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